"Se olvida (...) que para apreciar “en su justo valor” los servicios completamente simbólicos que en muchas materias (hoteles peluqueros, etcétera) constituyen lo esencial de la diferencia entre los establecimientos de lujo y los establecimientos corrientes, es preciso sentirse como el destinatario legítimo de esos cuidados y de esas atenciones burocráticamente personalizadas y tener, con respeto a los que son pagados para ofrecerlos, la mezcla de distancia (de la que forma parte la concesión de “generosas” gratificaciones) y de libertad que sólo los burgueses tiene con sus servidores.” (Pierre Bourdieu)
Lo " gourmet" es antes que nada una forma de significar e interpelar determinados alimentos como íconos de distinción social cuya génesis se remonta a la idea de “buen gusto” que se instaura en la Francia revolucionaria del siglo XVIII. Idea que surge como un poderoso mecanismo simbólico utilizado por las Corte francesa en decadencia para legitimar diferencias y entablar nuevas distinciones. En un contexto en el que la burguesía ascendente le disputaba el poder a una aristocracia derrotada cuya estrategia se sustentaba en un capital simbólico.
Lo gourmet desciende directamente de las armas con las que la rancia aristocracia intentaba justificar sus privilegios. Simplificando los hechos la ecuación parece bastante sencilla, si los burgueses concentraban los recursos económicos, sólo los nobles por su condición esencial sabían qué hacer con dichos recursos. Este “saber hacer”, en el caso de los alimentos se traducía en un saber “degustar” de origen sanguíneo e irreducible a las posibilidades económicas.